Cuida tu Violín en Tiempos de Calor

El sol es quizá el mayor enemigo de tu violín. Cuidalo con estos consejos útiles.

By ISAÍ RUIZ

El violín tiene un enemigo que debemos combatir y es el calor. Ya que si no lo haces te pueden pasar los siguientes problemas:

  • Cuerdas desafinadas
  • Desajuste completo
  • Despegue del violín
  • Rupturas de la madera
  • Descompostura del instrumento

 Así es, pareciera una broma pero la realidad es que cosas muy graves le pueden pasar a tu violín si lo descuidas por un momento. Es por ello que te diré algunas cosas que debes evitar, y otras que deberás hacer.

No lo dejes en la cajuela del auto

Si necesitas salir y debes llevar tu violín contigo, la cajuela pareciera el lugar idóneo para que no se lo roben, ¿no?. Bueno, es correcto pero por desgracia te puede pasar algo horrible y es que el calor del sol suele concentrarse en una especie de sauna dentro de la cajuela del auto. ¿Qué es lo que pasará si se da esta circunstancia? el pegamento se fundirá y tu violín comenzará a despegarse. Por lo que, cuando lo vuelvas a abrir, el sonido será horrible, bajo y extraño. 

Esto le pasó a Irazú hace alrededor de ocho años con su violín de Laudería con un valor de $70 mil pesos (alrededor de 4000 USD en aquel entonces). Lo dejó en la cajuela del auto en el estacionamiento del Parque Bicentenario en la Ciudad de México alrededor de dos horas. Cuando regreso y se acordó que dejó el violín ahí, abrió el estuche, lo sacó y lo tocó. Su violín sonaba horrible y parecía descompuesto. Tuvo que dejarlo reposando en resolana alrededor de 2 meses y por fortuna el sonido del violín regreso. Aún así, por desgracia, pensamos que su sonido no volvió a ser nuca el de antes. 

Si esto te pasa tal vez no tengas muchas complicaciones, pero más vale prevenir que lamentar una situación tan estresante como la que vivió Irazú. 

No dejes tu violín al lado de una ventana con luz directa del sol. 

Es muy común que dejemos los violines en mesas o escritorios que tienen acceso directo a la luz del sol. Esto es algo muy habitual, pero por desgracia también muy malo. Al cabo de varias horas con luz directa tu violín comenzará a tener cuarteaduras en la madera, y es probable que se rompa en algún momento. Es por ello que siempre debes procurar tenerlo en en resolana, o lo que es “menos pior”, en la sombra (cuidado porque la sombra muchas veces tiene humedad, otro gran problema en los violines). 

Pero… ¿qué es la resolana? aquí tomé dos fotografías de un violonchelo con luz directa, y otra con una persiana que permite la entrada de luz, pero de una forma suave y difuminada.

El cello de la izquierda tiene la ventana abierta y recibe toda la luz directa en la madera. Pero el de la derecha la recibe como resolana ya que la persiana está cerrada, pero permite que la luz entre de forma difuminada. Así también evitas que se propaguen hongos en el instrumento.

Básicamente la entrada de luz pero con algo que la interrumpa o suavice es el mejor ambiente, porque también combate la humedad. 

Otra cosa que puedes hacer es tenerlos siempre expuestos o colgados en las paredes. Esto es una buena práctica porque además de que no les afectan los rayos directos del sol, los tienes siempre accesibles y a la mano para cuando quieras tocar. 

Fotografías de algunos de nuestros violines reposando en resolana:

Afinalo constantemente

Por último, debes afinar tu violín varias veces al día. 

La naturaleza de la elasticidad de las cuerdas se ven afectadas fuertemente por el aumento de la temperatura, por lo cual deberás afinar más seguido tu violín. Si lo dejas guardado por varios días o no lo afinaste en tiempos de calor, se te va a desajustar, lo que dará como resultado un puente caído, clavijas sueltas o completamente inhabilitadas. 

Con la práctica de la afinación verás que tendrás un violín óptimo y con muchas menos posibilidades de desajustarse cuando lo vuelvas a tocar. 

Conclusiones

Si bien el calor puede derivar en problemas muy simples como la desafinación, también puede terminar en problemas mucho más severos como el despegue o ruptura de la madera. 

Vale la pena que todos los días del año estas prácticas las conviertas en buenos hábitos, porque solo así podrás tener un violín que te dure muchísimos años, y que vaya mejorando su sonido con el paso del tiempo. 

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